viernes, 4 de agosto de 2017

Forestal pt3



Farragoso tropel en mi mente confundida.
Entre el frío de la lluvia, y la llama no extinguida.

Oh, ¡cuánta potencia del impacto torrencial!
Pero cuánta insistencia la de tu persuasión, forestal...

Llamas vivas cual niño que gime,
Con plena certeza del que sabe que pide.

Seducción inédita que roba el consuelo del petricor,
Que aviva la espera, y por todo el cenizal plasma color.

El color de tu incendio, marcas de ensueño,
Del agitado pasado, de tus gestos y halagos.

Que rehúsan ver ramas verdes libres de tus huellas,
Que atan cepos, que traen cadenas.

Tempestuosa llama que implosiona (e impresiona) en toda mi alma,
Con tal pericia, y desquite, que a todo el bosque marca.

Y eso, solo con tu sonrisa...

¿Que sería de mí, si entendieras esto... Amiga mía?



miércoles, 2 de agosto de 2017

El Funeral de los Vivos



Se requiere más que pulsaciones y latidos para considerarnos vivos.
Glasgow 15/15  debería hablar de lucidez, pero no de consciencia.
Si hoy trafican la inocencia, y los lúcidos se han embriagado del más caro de los vinos.

Vivimos, gritando consignas de una poética del cambio.
Alzando banderas multicolores de una pseudo progre que degenera a nuestros niños.
Si ya eso de ser niño, o niña, o ambos, o gatos, da lo mismo...

Hombres animales, mujeres hombres, ¿y el perro? Ha huido del que solía ser su hogar.
Hemos mancillado todo el orden sin sentarnos a meditar
Que los verdaderos problemas nos terminaron de ahogar:

El matrimonio se apuesta por meses en los hipódromos,
Mientras que los hijos son criados por un cigarrillo, tres amigos y una botella de licor.
Y qué decir del futuro, si la elección el aborto la ganó.

"¡Es mi cuerpo!" Dicen ellas.
"¡Es a mi a quien mutilas!" Dice el feto.
"¡No seas opresor!" Responde honorable, el asesino doctor.

En urnas electorales fue enterrada la sensatez y lo conocido,
La Nueva Inquisición la ha asesinado.

¡Bienvenido al Funeral de los Vivos!

El show principal lo observarán nuestros niños,
Toda una oda al orgullo:

Los
Guerreros 
de la
Beligerante
Tragedia.

martes, 1 de agosto de 2017

Torrencial




Soy, un sueño fugaz. 
Soy los escombros que dejaste tras tu desastre torrencial.

Soy la rabia sucia en la boca del animal.
Soy el malhumorado despreciable que ves de reojo al pasar.

Soy el niño que no encuentra las palabras.
Soy el sediento que ruega (y si que rogué) que le permitan un poco de agua.

Soy cacofonía en vez de orquesta.
Soy insoluble en medio de toda esta prepotencia.

Me excedo si te miento al decirte que fue poco lo que fui honesto.
Pero me paso si te engaño al decir que nunca fue suficiente un poco más de ese desengaño.

Soy la libertad que añora las cadenas.
Soy preso de memorias que me torturan al recordarme que nos hay cepos a mis pies, ni más de tu vicio (ni tu aroma) en mis venas.

Soy la inequívoca idea que surge de la díscola impresión
Que causa el sabor seco de tu pobre diversión.

Soy lo que soy cuando no estas.
Soy, y sigo siendo mientras vas y vienes en tu compás.

Soy procrastinación, producto de tu ausencia.
Soy víctima de ti, de tu marca y tu presencia.

Soy la torrencial lluvia, que advierte que no toda llama permanece;
Y quien pretende, de tu incendio forestal, hacer ramas que reverdecen.


Te amé

Te amé; y eso si que es un microcuento,
Porque quien realmente ama, nunca deja de hacerlo.


sábado, 29 de julio de 2017

Corría...



Corría atravesando un mar de dudas que rayaban en el tormento.
Entre la indecisión de comprender tus palabras, o simplemente ignorarlas.

Huía de las razones que exigía mi interior de entender.
No comprendía la importancia de lograr apreciar las verdades... Sin ver.

Perseguía un sinfín de consejos que se resumían siempre en alejarme de ti.
Y no entendía que el problema no eran tus palabras, sino el mentir.

No sabía si quien se engañaba era yo, 
O si simplemente me perdí en alguna parte de este juego.

Escalé mis miedos para así verte a lo lejos desde las copas,
Y entonces observé como todo el chisme y el bullicio cobraba forma... En ti.

Corría sin saber si me perseguía a mi,
O si solo me excusaba para verte a ti reflejada en este bis.

(Solo me excusaba para verte a ti reflejada en este bis...) 


martes, 18 de julio de 2017

Petricor


Este poema no es para nadie que no haya amado nunca antes a alguien.
Así como el petricor no es para nadie que no sepa aceptar la lluvia, salir afuera y apreciar el paisaje.

Hoy. Aquí. En este lugar, a esta hora. 
No me importan ni la rima, ni las formas, ni la prosa.
No me importa nada que no tenga que ver con el sonido de las gotas, y este aroma.

Petricor es un aviso, un comienzo. 
Es un grito, un respiro. ¿Y, para mí? Es un alivio.
Es esperanza en medio de la cruel hojarasca que dejaste en tu despreciable olvido.

Petricor es un SÍ a los sueños caídos. 
Es un "NO ME IMPORTA NADA" frente a ti, y todas tus promesas ya raídas (o roídas).

Es un "¡DEJA YA!" ante la hipocresía de tu tacto.
Es un nuevo comienzo en donde yo dirijo este barco.

Es un poema en donde el poeta ya murió, y la prosa danza en un sinfín de opciones.
Es mirarme en el espejo y no verte allí, sino verme, y apreciarme a mí al trasluz de mis errores y contrastes.

Es encontrarse corriendo en un bosque, sin dirección alguna.
Comprender que ahora eres dueño de tu propia suerte, así como las hojas que oscilan bajo la luz de la luna.

Petricor es un aroma en mi piel que me indica que no importa el calor extenuante, ni si arde este manantial,
O si brilla grande y añorable tu fuego forestal.

En este preciso instante:

Soy libre de tu recuerdo en el alivio de esta lluvia torrencial.





jueves, 13 de julio de 2017

Forestal p2




Querella disociación entre tu brillo y las estrellas.
Refulgente resplandor de tu enarbolado impulso natural,
Que doblega el más amplio destello de aquél espectáculo estelar.

Díscola flama que abraza con sencillez las ramas
Y se remonta, con avidez, sobre las copa y las lianas.
Cuyo fuego inicia con la apocada, aunque alocada, intensidad de tu mirada.

Eres recuerdos vivos
De solo saludos, solo mirada,
Unas palabras; llama iniciada.

Cenizas recientes en las breves pisadas
En este bosque, en medio de la hojarasca,
En donde el flamante espectáculo eres tú

Y donde el poeta solamente espera, con ansias, el forestal impacto de todo tu im-pe-tú... 






jueves, 29 de junio de 2017

Forestal p1






No sabría recitar versos dignos.
Doy vuelta a las páginas, releo los grandes libros.
Estudio a los héroes, confío en la prosa.

Repaso la historia; interpreto, de los filósofos, sus dichos,
Me invierto, me derramo y analizo.
Pero de nada ha valido. Me pierdo en los recuerdos finos:

Espontáneos encuentros, milimetrados, meticulosamente trazados.
Vistas suficientes para admirarte, 
Pero increíblemente ínfimos como para lograr retratarte.

Soltura en la risa, sencillez en el habla, natural en la mirada.
Autosuficiente, interdependiente.
Realmente no encuentro adjetivos suficientes, por más y más que haga mente..


Te veo en colores: rojo forestal.
Ora tu cabello, ora tus mofletes,
Que se sonrojan tras la risa con tu fuego natural.

Millones de pecas que modelan a las estrellas.
Ora los encuentros, ora tus espuelas,
Marcas de la guerra en donde dejas huella.

Huellas a la manera de cenizas.
Semejantes a la breve risa,
Tras un recuerdo de aquel saludo que fue llevado, entre los árboles..

...Por la suave brisa...


lunes, 26 de junio de 2017

Oda al Desvergonzado






No sabría impresionarte por más que me esforzase.
Podría imitar al gran Eloy, plasmar las metafóricas analogías del Gato Verde,
Representarme como un Hijo del Infinito, sentarme y recitarle.

Tal vez podría hacer una Oración del Sábado,
Acostarme en el suelo y retratarte al borde del tejado;
Imitar a Poe, recrear a Twain, o simplemente recitar una Oda al Desvergonzado.

Al desvergonzado grito de euforia al enterarte que sería un niño.
Al desvergonzado gesto de gozo y festejo en el recinto clínico.
Nadie podría culparte, juzgarte o mal ponerte: 
Era este tu gozo cumplido.

Al paso de los años entendí con claridad que, si bien yo no te hice padre,
Mucho te esforzaste en hacerme hombre.
En los desacuerdos, en los gestos, en el amor, en el consejo: 
En cada lucha que afrontaste.



Apreciador de las ciencias, que las abrazas, que las amas;
Les conoces, y no descansas si no las entrañas.
Poeta, literato; esgrimista de las páginas.

Vendedor desvergonzado,
Que encuentras el más alto placer en brindar el consejo adecuado,
Siempre el justo y necesario.



"¡Los buenos somos mayoría!"
Grita tu alma, desgarrada en tu causa;
En aquella inamovible guerra ya ganada:

Cual prosa, cual oda.


Valiente y sin vergüenza,
Como pocos, como ninguno.
Ejemplo digno de hombre (y padre) en esta Venezuela.

Sentado al borde de tu río piedra,
Al resguardo de tus luchas.
Admirador del pasado, y sin embargo:
Visionario, cofre de las mejores letras.

Pequeños pies siguen tus pasos:
La hermosa Doncella, el Valiente y Letrado,
El Poeta, y los (ya no tan pequeños) Grandes Genios.




Diriges este barco. Desde lo cerca, desde lo lejos.
Escribes tu mejor historia, en tu diario, con tu ejemplo.



Eres de nosotros 
El mejor de los desvergonzados.


sábado, 17 de junio de 2017

Marienna Lizt


Caminaba entre las demarcadas líneas del antiguo muelle.

Sonreía. Descansaba. 

En silencio, y con presteza, se deleitaba. 


El mar era su sueño, el horizonte su frontera. 


Su ondeando cabello evocaba la felicidad. 

Su solo nombre era una oda a la virtud, un himno a la alegría:

Marienna Lizt. 


Marcaba un predecente de paz.

Y solamente era, era feliz. 


Era real. 

Era arte. 

Era natural. 

Eso era, si. 


Invoca a mi infancia en una mirada. 

Señalada por los astros como la indicada

Para aquellas aguas, en aquel día, en aquel área. 


Y, una con la brisa, fue llevada a lo desconocido. 

Caminó. Solo caminó. 

Entre la arena, las estrellas y su cielo. Caminó. 


Seguí las pisadas, busqué entre la arena aquella infantil mirada. 

Y hallé océanos, y recuerdos.

Hallé olas, y memorias. 


Hallé perlas, hallé. 

Pero Marienna, ondulando por su natural ser, 

Destellando danzó hacia el vaivén. 


Una con el paisaje, 

Lizt abrazó sus sueños, encontró sus fronteras,

Halló su horizonte... 


Y fue feliz. 

Entendida, y libre. 

Así fue Marienna Lizt. 


En las demarcadas líneas me senté, y reí. 

Pude verle, sonrojada, dichosa, y sonreí. 

Eso inspiraba, eso era:


Era Marienna, 

En la brisa, en la arena. 

En los muelles, sus líneas, y en las mareas. 


Siempre tan feliz, 

Simplemente así. 

Así era mi queridísima Lizt. 

miércoles, 7 de junio de 2017

Chica Ardilla

Sobrevuelas mientras te observo: de copa en copa.
Intrépida, y estrépita. Singular, y con soltura.
Inédita; con piruetas que te desplazan entre las lunas.

Chica ardilla, indomable. 
Dócil, pero inalcanzable.
Con resuelta sonrisa te has hecho a mis ojos admirable.

Intranquila, siempre libre.
Carta abierta, pero simplemente inentendible.
Indeleble huella de tu rastro, que a los prados siempre vuelve.

Inflas tus cachetes cual soplo de sifón tras cada sonrisa.
Entrecierras tus ojos; impactas mi mirada.
 Y como cosa natural, vuelves a correr, a danzar, como si nada.

Chica ardilla, resuelta niña.
Sabes quien eres, reconoces quién fuiste,
Y desconoces a dónde vas.

Pero vives el hoy, de copa en copa.
Entre las ramas, donde te observo;
Mientras yo considero: junto a ti, remontarme al vuelo.



lunes, 29 de mayo de 2017

Mai soli

Lienzo de estrellas,
¿Brilla esta noche por mí?
¿Hoy, su inmensidad ha de posar aquí?

¿Ha colgado blancas lámparas para que, alzados mis ojos, le vea?
¿Ve desde su infinidad, lo íntimo?
¿Desde su cielo, me observa de entre lo mínimo?

Rodeado estoy del negruzco espesor,
Mientras tu luz me acaricia en derredor.

Tan alto, tan infinito.
Inalcanzables son sus brillos.

Inefable sinfonía,
Como quien dirige la orquesta universal
Trazando mis sueños de guía.

Estrellas de paz.
Sonrisa que esbozo.
Lienzo que enseña, que en la oscuridad...

Nunca se está realmente solo.




domingo, 28 de mayo de 2017

Luciérnaga





Solo en aquella densa oscuridad podría entender aquel lenguaje en luces.

Me llamabas, indecisa.
Como quien no sabe a dónde va, pero no quiere detenerse.

Eras incierta; frágiles destellos en una sonrisa,
Que si bien no era sostenida, era constante.

Eso eras: eras instantes.

Podría perseguirte por horas sin alcanzarte.
Como jugar al escondite con quien quiere ser hallada,
Pero que teme ser atrapada.

Mustia flor sin perfume, que aunque aún hermosa, marchita.
¿Quién apagó tu luz, luciérnaga?
¿Quién te enseñó a ser una con la densidad?

Aun vuelvo a adentrarme en aquel sendero,
Confío en ver tu destello, cual estrella que guía en alta mar
A este náufrago velero.

En vela espero tu luz.
Brilla, amiga mía. Brilla.
Hoy me faltan los instantes, mientras escasea tu dulce guía.




sábado, 20 de mayo de 2017

Donaire



Donaire es tu sello,
La ignorancia el destello.
Ignorar lo que pasa en pleno milenio.


Distraída mirada,
Jugando en las plazas
Con niños que admiran tu danza.

Danza de paz, admirando los dichos.
Ora las aves, ora los chicos;
Y con elegancia brillan tus nichos.

Cual sutil y jovial escultura,
Penden tus prendas
En las delicadas vestiduras.


Como admirador te observo,
Pero a lo lejos, pues estoy contento
Que sin mi...

Vuelves a erigir tu majestad.













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